lunes, abril 24, 2006

Historia de los derechos de Tetris

Aprovechando la salida del genial Tetris DS para Nintendo DS, voy a rescatar un hilo de los foros de Meristation que data del año 2005 donde se explica la curiosísima historia de los derechos legales del videojuego Tetris.

La historia nos la narra Exemptus el 27/03/2005 a propósito de una de las preguntas del trivial de Meristation. Como se han perdido las imágenes y el formato original al haber pasado un año, os lo transcribo aquí para que lo disfrutéis. Os aviso que esta historia es de la de coger palomitas :)

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Efectivamente, Pajitnov inventó el Tetris siendo empleado del gobierno soviético, cuando trabajaba como matemático en la Academia de Ciencias de Moscú, dependiente de la universidad. Se distribuyó originalmente en un ordenador soviético, un Elektronika 60, y Vadim Gerasimov lo portó a PC y lo hizo correr por Moscú. El juego llegó eventualmente a Hungría, donde fue portado a su vez a Apple II y C64 por programadores húngaros. Aquí, un hombre de negocios, Robert Stein, directivo de Andromeda (publicadora de software británica) que se encontraba de viaje, vio el juego y le pareció interesante, de modo que trató de obtener los derechos de la versión de PC directamente de Pajitnov.

Pero las versiones de C64 y Apple II no habían sido programadas por Pajitnov (y la de PC tampoco, aunque esto no lo sabía Stein), y el juego circulaba de mano en mano en plan distribución libre, de modo que Stein pensó que bien podría ponerse acomercializarlo por su cuenta y negociar lo que fuera a posteriori, no fuera a ser que le quitaran el tema de las manos. Con lo cual "vendió" los derechos del juego a la compañía Mirrorsoft, aunque no eran suyos para vender en primer lugar. Stein defendió esto diciendo que él había descubierto el juego en un viaje por Hungría y nadie lo comercializaba. Esto fue una chorizada digna de puntos del Lado Oscuro, pero no fue la última.


Robert Stein, de Andromeda, quien empezó a montar el follón.

Mirrorsoft tenía una filial en los USA, llamada Spectrum Holobyte, quien indirectamente ahora tenía los derechos de distribución del juego en Norteamérica. Dado que el origen del juego era un tanto oscuro, preguntaron a Stein exactamente de dónde había salido el mismo. Éste, viendo que podía haber problemas, rápidamente se puso en contacto con la Academia de Ciencias de Moscú para negociar los derechos de adquisición, cosa que tenía que haber hecho un año antes. Viaja a Moscú, pero los representantes de la Academia le dicen que no saben de qué está hablando. Pajitnov no había sido informado y vivía tan tranquilamente al margen de todo este embrollo. Stein regresó con el contrato sin firmar.

Stein estaba en un apuro. Estaba claro que el juego había sido inventado por un tal Pajitnov de la Academia, porque así figuraba en los créditos, pero la Academia no sabía nada de ningún juego. Si en el futuro el autor reclamaba sus derechos, podía haber dificultades legales. De modo que, para salvar su cuello, decidió columpiarse del todo y fingir que el Tetris había sido diseñado por programadores húngaros anónimos y que el tal Pajitnov era un seudónimo inexistente. Esencialmente, su plan era robar el juego. Spectrum Holobyte y Mirrorsoft lanzaban sus versiones del mismo en ambos lados del océano, siendo un éxito total e instantáneo.


La versión del Tetris para Apple II, de Spectrum Holobyte.

Ni corto ni perezoso, Stein registra el copyright del juego a su nombre, dándole esto los derechos de distribución del mismo para ordenadores. Sin embargo, el juego se puso tan de moda que en unos meses era conocido del gran público. Los medios de comunicación habían hecho investigaciones por su cuenta y habían logrado dar con Pajitnov, el cual fue entrevistado en el programa americano CBS Evening News. Pajitnov se entera de que se ha estado comercializando el juego y él no ha firmado un solo papel (ni recibiendo un miserable royalty por elllo), de modo que decide defender sus derechos y habla con la Academia. Pero, técnicamente, Pajitnov era un funcionario del Estado cuando inventó el juego, de modo que el mismo podía considerarse propiedad de la URSS. O, al menos, de la Academia. La cual decidió que la mejor manera de meter las manos en toda la montaña de dinero que el juego estaba produciendo era crear una empresa para gestionar los derechos del juego. De esa manera fue creada Elektronorgtechnika, o ELORG para abreviar. La empresa anuncia enseguida que Stein no tiene ningún derecho legal al juego y que es con ellos con quienes hay que negociar.

Tras meses de amenazas y regateos, Stein consigue que ELORG le firme un contrato de distribución, el cual le prohíbe explícitamente hacer versiones para recreativas y portátiles, solamente ordenadores domésticos. Mientras tanto, Tetris se ha convertido en el número 1 en ventas en todos los continentes. Estamos en 1988. Stein firma, pero no tiene intención de pagar.


El Tetris de Bullet-Proof Software.

Pasan los meses. Stein no paga. ELORG se cabrea. Pajitnov es dejado de lado. Spectrum Holobyte y Mirrorsoft subcontratan los derechos para consola a compañías distintas, descoordinación mayúscula resultado de la cual Atari se hace con los derechos del juego para consolas en Japón y Bullet-Proof Software se hace exactamente con los mismos derechos. Se monta un zarramamiau de tres pares de narices, con las dos compañías llamándose de todo y lanzándose los abogados la una a la otra. La cosa se lía más aún cuando Atari sub-sub-subcontrata a Tengen[*] la realización de una versión del Tetris para la NES pagando a Nintendo para ello y Henk Rogers (presidente de Bullet-Proof Software) se adelanta. Nintendo se encuentra con que le llueve dinero de dos sitios distintos y no entiende nada, pero Minoru Arakawa está preparando el lanzamiento de la Game Boy en los USA y el juego le gusta tanto que quiere que salga un cartucho del Tetris con la consola. Naturalmente, no sabe a quién dirigirse, pero como Henk Rogers le queda más cerca, habla con él y le encarga hacerse con los derechos para portátiles, que no está claro quién los tiene. Básicamente le dice "Henk, toma esta chequera, úsala como te parezca y arréglame este lío, yo no quiero saber nada, pero tráeme los derechos de ese juego para la Game Boy".

[*]Por cierto, Tengen y Atari son las dos únicas compañías de videojuegos cuyos nombres proceden de términos usados en el Go. Atari está ya explicado. Tengen ("origen del cielo") es el nombre que recibe la jugada en el punto central del tablero.


Minoru Arakawa, que era un payaso (según Rox) ;)

Copón. Esto es el camarote de los Hermanos Marx.

Pues se pone mejor aún. Rogers contacta con Stein. Stein no sabe nada del guirigay que se ha montado con las consolas y dice que él no tiene los derechos para portátiles, su papel lo dice bien claro, y que le deje en paz. Que te pierdas. Que te pires. Rogers decide marcharse directamente a Moscú a ver qué demonios pasa. Stein, una vez echado a Rogers, se da cuenta de que si éste empieza a tirar del hilo y a hablar con todo el mundo se puede descubrir que él fue quien chanchulleó todo esto en primer lugar, y eso no le hace gracia, así que también vuela a Moscú esperando llegar primero que Rogers. Mientras tanto, el magnate americano Robert Maxwell, dueño de Pergamon Press, de la cual dependen financieramente Mirrorsoft y Spectrum Holobyte, sin saber nada de este jaleo, se entera de que hay litigios en Japón con los derechos del juego, que él cree haber comprado legítimamente; así que decide desfacer el entuerto y envía a su hijo Kevin a Moscú a enterarse de qué diablos pasa con esto y a renegociar, si es necesario, esos derechos.


Kevin Maxwell, que iba a Moscú no sabía muy bien a qué.

Kevin Maxwell, Robert Stein y Henk Rogers llegan a Moscú más o menos al mismo tiempo, en febrero de 1989. Van a hoteles distintos y no se cruzan, de modo que ninguno sabe que los otros están ahí (salvo Stein, que sospecha que Rogers vendrá antes o después, pero no se imagina que ahora mismo está allí).

Me corrijo. A lo que se parece esto es a una comedia de enredo de Blake Edwards.

El representante de ELORG en este momento es Evgeni Belikov, quien se encuentra asombrado con que tres personas distintas quieren verle para hablar de los derechos del Tetris. Tiene que decidir a quién recibe primero. A Stein ya le conoce de oídas, por haber tenido ELORG roces con él en la anterior negociación, así que no le hace gracia. Maxwell es evidentemente el pez gordo, y se le dice que viene a preguntar cómo está la cosa. No viene, por tanto, necesariamente a hacer negocios. En cuanto a Rogers, no sabe quién es. Se trata de una incógnita, así que decide recibirle primero para ver qué quiere y de paso poder tomar una decisión más informada. Rogers se presenta, explica lo que quiere, saca la chequera de Arakawa y a Belikov se le salen inmediatamente los ojos de las órbitas al ver el logotipo de Nintendo. Eso significa dólares. Muchos. Y a cambio sólo de los derechos del juego para portátiles, que precisamente Stein no tenía porque no habían llegado a un acuerdo con el en su momento, así que no podía haber conflicto alguno. Firma sin pensárselo. Una vez firmado, Rogers (que no es tonto) le informa de la versión de NES. A Belikov le da un ataque. ¿Cómo es esto posible? ¡Los derechos que tenía Stein no eran para consolas! ¿Dé dónde ha sacado Rogers esos derechos? Éste dice que se los compró a Tengen (lo cual es falso, pero perjudica a Atari, que es lo que Nintendo quiere). Belikov no sabe qué es Tengen o de dónde ha salido, y monta en cólera sabiendo que ha sido engañado, pero sin saber quién lo ha hecho. Belikov le pregunta a Rogers si se puede quedar con el cartucho como evidencia. Rogers no ve problema.


Belikov, decidido a hacer negocios con el juego, y que le engañen lo menos posible.

Rogers, eventualmente, va deduciendo las partes de la historia que le faltan y le cuenta a Belikov su versión de los hechos: Stein es el culpable (de paso, así le pone la zancadilla), es un malvado, es un ladrón, es un truhán, es un señor. Le llama de todo. Pero le dice a Belikov que nooo se preocupe, que todo es negociable: saca otra vez la chequera de Arakawa y ñaka, toma cifra llena de ceros en concepto de derechos por los cartuchos de NES ya vendidos. ¿Qué más? ¿No podemos negociar de paso los derechos para todas las consolas? (Mierda, la chequera se me ha terminado) Belikov tiene sus reservas. Rogers promete más cheques. Belikov dice que probablemente subastará los derechos porque hay más partes interesadas. Al final se despiden en términos muy amistosos y Rogers regresa a los USA con la satisfacción del deber cumplido. Es una lástima, piensa, que no haya podido cerrar el tema de las consolas, porque Atari va a pelearlo y mucho; pero sabe que Nintendo está de su lado y es una fuerza a tener en cuenta.


Henk Rogers, que hizo el trato del siglo.

Esa misma tarde, con Rogers ya camino del aeropuerto, Belikov recibe a Stein. éste está interesado en asegurarse de que sus derechos siguen vigentes y solicita los derechos de las consolas portátiles. Belikov se aprovecha y rápidamente redacta un borrador de contrato dándole los derechos de las versiones de sistemas domésticos, donde define "sistema doméstico" como "un aparato que consiste en un procesador, monitor, unidades de disco, teclado y sistema operativo". O sea, un ordenador personal, no una consola. Stein firma sin darse cuenta del truco y se marcha. Con lo cual, lo que ha firmado resulta ser un contrato por exactamente los mismos derechos que ya tenía: los de las versiones de ordenador.

El que roba a un ladrón, ya se sabe...

La jugada casi le sale bien a Belikov, porque más tarde, de regreso al hotel, Stein relee el contrato y se da cuenta de la añagaza. Contacta con Belikov de nuevo al día siguiente, pero éste le dice que se olvide de los derechos de consola. Stein se pone hecho un basilisco y acusa a Belikov de estar en complicidad con Rogers para despojarle de sus derechos adquiridos. A estas alturas, Belikov ya no sabe qué pensar. Inicialmente había creído a Rogers, pero a lo mejor éste también le había contado una milonga y ahora estaba perjudicando a Stein por error. De modo que decide portarse más salomónicamente y apacigua a Stein ofreciéndole los derechos de las versiones de recreativa. Stein piensa que eso es mejor que nada. Firma.


El Tetris en versión arcade (de Atari).

El mismo día que Stein se marcha, aparece Kevin Maxwell. Belikov inmediatamente le saca el cartucho del Tetris de la NES y le pregunta qué sabe de esto. Maxwell afirma que no tiene ni idea (y realmente no la tiene, porque no sabe que una de sus empresas ha cedido los derechos a Atari, hasta que ve el nombre "Mirrorsoft" en el cartucho). Así que Maxwell dice que el cartucho es claramente pirata (sin saber que es legítimo, o que al menos Atari cree que lo es). Maxwell quiere saber quién tiene los derechos de recreativas y de consolas, y está dispuesto a pagar por ellos.


El cartucho de la discordia.

En este punto, Belikov se congratula de su prudencia al no haber otorgado los derechos de las versiones de consola a nadie, porque ahora tiene claramente a varios interesados. Le dice a Maxwell que lo siente, pero que lo único que le puede ofrecer es el derecho a pujar por los derechos del juego que no hayan sido ya otorgados.

Resumiendo: Maxwell vuelve a casa sin nada, salvo un papel donde dice que si quiere puede hacer una oferta y será considerada. Stein vuelve con los derechos de recreativa. Rogers vuelve con los derechos de portátiles. Y ELORG sabe, juntando todas las piezas por fin (metáfora apropiada), que los derechos de consola *nunca fueron legalmente vendidos*, ya que le cree a Maxwell cuando dice que el cartucho es pirata.

Es una movida rocambolesca. ¿La cosa continúa? Es por ir a por palomitas.

Pilla un bol grande, que sigo. Rogers es el que ha salido mejor parado. Arakawa le felicita y firman un acuerdo por el que BPS le cede a Nintendo los derechos de la versión del Tetris para Game Boy, que es lo que Arakawa quería. Esto le reporta a Rogers una pasta. Asimismo, informa a Arakawa de que los derechos de consola están a la venta, pero que habrá que pujar por ellos. Un mes después, Nintendo América presenta una oferta a ELORG por los derechos de las versiones de consola que es de una magnitud tal que Maxwell ni se molesta en pujar. La cifra final nunca ha sido revelada, pero no te extrañes que estemos hablando aquí del orden de 50 millones de dólares. Minoru Arakawa y Howard Lincoln (CEO de Nintendo América) vuelan a Moscú para formalizar el contrato.


El Tetris para la Game Boy original.

El contrato en cuestió incluye una cláusula que obliga a los directivos de ELORG, si fuese necesario, a viajar a los USA para actuar de testigos en cualquier litigio acerca de los derechos del juego. Esto fue una jugada brillante por parte de Nintendo. A cambio, ELORG recibía un adelanto en metálico de entre 3 a 5 millones de dólares. Toma maletín. Belikov firma hasta en la mesa, e inmediatamente despacha un cable a Mirrorsoft diciendo que nunca les cedió los derechos del juego para consolas, ni tampoco a Andromeda Software ni a Tengen, y que dichos derechos pertenecen ahora a Nintendo. Alea jacta est. Esa misma noche, los directivos de Nintendo y BPS se montan una fiesta en el hotel.

Pocos días después, Nintendo envía un fax a Atari Games conminándoles al cese de la fabricación y comercialización de sus cartuchos del Tetris. Robert Maxwell y Atari se suben por las paredes. Tengen contesta diciendo que de qué van, que ellos son los legítimos propietarios de los derechos para las versiones domésticas y que dejen de hacer el payaso. Un mes más tarde, Tengen presenta una solicitud de copyright para la versión del Tetris de la NES, indicando que quieren el control de la propiedad intelectual sobre el aspecto audiovisual, la programación y la música. La solucitud no menciona por ninguna parte a Alexey Pajitnov o a Nintendo.


El Tetris "ilegal" de Tengen.

Ñam ñam crunch...

Robert Maxwell, mientras tanto, mueve sus contactos políticos, que son muchos y muy poderosos. Estamos en abril de 1989. Sus maquinaria mediática acusa a Nintendo de sabotaje y competencia desleal. Habla con senadores, congresistas, y miembros del Politburó. El Partido Comunista Soviético se entera de la movida y empieza a hacer preguntas incómodas a ELORG, basándose en que, ya que técnicamente la Academia era una institución pública, ¿dónde está el dinero que legítimamente pertenecía al Estado? El propio Mijail Gorbachev le asegura a Maxwell amistosamente que no se preocupe de los japoneses, que él se encarga de arreglar este embrollo.

Con lo cual el Tetris se convierte en causa de un incidente diplomático a escala mundial. O se hubiera podido convertir, porque en los meses siguientes el premier soviético tendría otros problemas políticos más graves de qué ocuparse. Pero eso ya es historia contemporánea. El caso es que Nintendo se entera de que ELORG está siendo sometida a hostigamiento por el gobierno soviético, de modo que la situación se ha puesto tensa. Y en medio de este clima tan agradable, Tengen pone una querella contra Nintendo por infringimiento de copyright. Nintendo responde con una contra-querella contra Tengen. Se armó el belén.


La gente de Tengen estaba honradamente convencida de que sus derechos eran legítimos.

¿Y quién ganó?

Nintendo, como era de esperar. La verdad es que el tema central del juicio fue la definición de "sistema doméstico" y si se aplicaba a la NES. Dado que Belikov le había hecho firmar a Stein un contrato por el cual se definía tal cosa como un ordenador, realmente lo que se estaba debatiendo, y de lo que dependía tanta burrada de millones, era de si la NES era un ordenador o no. Los abogados de Atari afirmaban que sí, ya que la NES tenía un puerto de expansión y su capacidad de funcionar en red. La estrategia de Nintendo fue simple y directa: afirmar que según la letra del contrato de Stein, Balikov nunca había tenido la intención de venderle los derechos para consola. El juez decretó que solamente Nintendo tenía los derechos legítimos, que ni Spectrum Holobyte ni Mirrorsoft habían adquirido sus derechos legalmente, y que por tanto Atari nunca los tuvo, y lo mismo Tengen.

Con lo cual Tengen se vio obligada a retirar el juego de las tiendas, ante la perplejidad de los consumidores, quienes ven cómo casi de inmediato sale al mercado la versión de Nintendo, que se vende como rosquillas. Y junto con ella, sale la Game Boy con su propio Tetris. Atari apelaría una y otra vez en sucesivos recursos hasta 1993, cuando perdieron la última apelación.


El Tetris para NES de Nintendo.

Stein se perdió entre las sombras y no se volvió a saber de él. El imperio financiero de Maxwell se vino abajo (ayudado por otros escándalos contables que salieron por aquel entonces y por la muerte en circunstancias sospechosas del propio Robert Maxwell). Mirrorsoft, Spectrum Holobyte, y todas las empresas subsidiarias fueron desapareciendo. Henk Rogers hizo un montón de dinero y, junto con Nintendo, fue el ganador absoluto de toda esta movida.

Pajitnov no recibió ni un miserable rublo. Eso sí, la Academia le regaló un flamante 286 (un clon soviético, por supuesto), y le asignaron un apartamento y un despacho algo más grandes y cómodos. Pero los disfrutó poco; en 1991 dimitió de su puesto como profesor y se marchó a vivir a los USA, aprovechando el cambio de clima político (y el caos) propiciado por la caída del régimen.

Allí contactó con Henk Rogers y le propuso fundar una compañía para gestionar los derechos de propiedad intelectual del Tetris (que pertenecían a Pajitnov, como creador). Rogers se dio cuenta de que el juego podría seguir dando beneficios en el futuro, así como derivados suyos, de modo que accedió. Eventualmente, Pajitnov recibió una oferta de trabajo de Microsoft para su división de juegos, la cual aceptó en 1996; desde entonces sigue allí.


A lo largo de los años, ha habido variantes, derivados, imitaciones, clones, expansiones, añadidos, remakes y reediciones del Tetris, y aún sigue vivo.

The Tetris Company fue renegociando los derechos de propiedad intelectual del juego (recordemos que los derechos de las versiones de portátiles siguen perteneciendo a Nintendo), y unos años después Rogers volvía a ser el propietario de la marca y la imagen del mismo, de tal modo que prácticamente cualquiera que quisiera hacer un juego y llamarlo Tetris tendría que negociar con él.

Y supongo que así llegamos a hoy, donde mil compañías licencian la marca y sacan su Tetris.

Más o menos. Henk Rogers ha formado otras cuantas empresas desde entonces, como Blue Planet, la cual llenó de convrsiones pésimas del Tetris. Otra fue Blue Wave, que se dedica actualmente a juegos para móviles. En cuanto al Tetris Worlds, fue publicado por THQ, pero el desarrollo es de Blue Planet, los cuales atravesaron poco menos que una odisea para crear el juego: Rogers apareció con un storyboard dibujado a mano y se lo soltó a los programadores. Ni especificaciones funcionales, ni documentos de diseño, nada, salvo una pila de folios escritos a lápiz con notas en los márgenes. Ah, y una herramienta hecha a medida para crear juegos tipo Tetris basada en Mac. Meses después, el equipo de desarrollo había hecho lo que había podido... salvo que esto no se parecía en nada al juego que Rogers tenía en mente. Mucho más se puede decir, pero prefiero parar aquí, que me duelen los dedos.

¿Y para cuando la verdadera pregunta sobre juegos educativos?

¿Educativos? Todos lo son. Creía que eso había quedado claro.

*Exemptus*

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Hilo original:
http://foros.meristation.com/foros/viewtopic.php?t=335666

Aprovecho para agradecer a Exemptus no sólo la completísima historia sino también la genial redacción en clave de humor :)